Traducción//Un visitante en Nochevieja: serie de cuentos populares de Tohoku, Fukushima, Japón


 Traducido el 5 de septiembre de 2012



    Érase una vez un matrimonio pobre y viejo que vivía en una casa modesta. En la tarde de una Nochevieja vino un monje menudo con apariencia de pobre. Les dijo:
---Me gustaría volver a mi casa, pero como ha empezado a nevar mucho, ¿no podrán acogerme una noche?
---A nosotros no nos importa que duerma aquí, pero como esta noche es importante,  será mejor que vaya a su casa aunque le cueste.
---Es que, si me pasara algo en el camino...sería peor, así que disculpen la molestia, déjenme quedarme a dormir, por favor.
---Um, tiene razón. Somos pobres, así que no podemos darle manjares, pero bueno, pase  dentro.

    El buen anciano le invitó a pasar la noche. A la mañana siguiente el monje se levantó muy temprano, y cuando iba a sacar un cubo de agua, se cayó al pozo. Al oir el grito del monje, el anciano se acercó deprisa al pozo.
---Oye, me agarro a la cuerda, y tú tira de mí diciendo: ''¡Eh, hay al-go que su-be!''.
    El monje le insistía en que hiciera lo que él decía.
    El anciano le subió diciendo : ''¡Eh, hay al-go que su-be!
    El bonzo subió diciendo: ''¡Su-be un dios de fe-li-ci-dad!''
---Ten cuidado que te vas a congelar y puedes coger una neumonía....El anciano le ayudó a cambiarse de ropa y le metió en la cama. A la hora de la comida el monje no se levantaba. El anciano fue a verle. Al abrir la manta, vio que se había convertido en una moneda de oro.  El anciano se sorprendió.

    El vecino viejo y avaricioso se lo oyó.
---¿Cómo te has hecho rico? le preguntó al vecino que antes era pobre.
---Tal cual, vino luego hecho.
---Um, entonces el año que viene en Nochevieja buscaré un monje y le invitaré a mi casa. Esperaba el día de Nochevieja.

     Ya llegó la Nochevieja, y desde la mañana el anciano avaricioso esperaba a un monje que pasara  frente a su casa. Al final vino un monje alto y fuerte.
---Oiga, señor, duerma en mi casa esta noche.
---Agradezco su amabilidad, pero que no puedo. Todavía es pronto y además hoy es Nochevieja así que voy a mi casa.
---No diga que no, duerma en mi casa. Casi le obligaba a dormir en su casa y el monje cedió. La mañana siguiente el anciano le levantó muy temprano y le dijo:
---Oiga, señor, saque un cubo de agua del pozo.
---No quiero hacerlo.
---Como te invité a dormir a mi casa, tienes que obedecerme. Le llevó al pozo y le tiró dentro.
---Eh, yo te subo diciendo ''¡Eh, hay al-go que su-be!'' y tú di subiendo ''Su-be un dios de fe-li-ci-dad''. 
    Sin embargo, el monje estaba muy enfadado así que subió diciendo''Su-be un dios de mi-se-ria''
    El anciano avaricioso murmuraba ''no hay remedio...'' le quitó la ropa mojada al monje y le metió a la cama. Soñaba que si el monje era corpulento se convertiría en una moneda de oro gigante y que así sería más rico. Abrió la manta, pero vio solamente unos añicos de cerámica y de vidrios. 

    Así que no seas avaricioso y tampoco copies de los demás.

Fin.

Es un cuento de Kanagama-cho, Fukushima. Recopilación en japonés : Sasaki Tokuo.

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